Páginas

jueves, 14 de febrero de 2013

Tú mio, yo tuya...

"Esta es la segunda carta que te escribo, la segunda de muchas que vendrán. Ya son dos meses desde esa tarde de viernes tirados debajo de un árbol a la sombra, con leves rayos de sol que llegaban a nosotros a lo lejos, por entre medio de las ramas de los arboles, que se movían con el viento. Tú y yo sabemos lo que esa fecha significa, no sé con claridad lo que para ti significa, pero si tengo claro lo que significa para mí. Desde ese día(o días antes), mi vida dio un giro completo, cambió todo lo que debía cambiar, todo lo que necesitaba que cambiara. Le diste luz a mis días oscuros, color a mi mundo en blanco y negro, le diste brillo a mis ojos, alegría a mi corazón. De un momento a otro te adueñaste de mis pensamientos, y no has salido ni un segundo de allí.

Quisiera decirte tantas cosas, hacer tantas cosas por ti, para demostrarte cuanto te quiero, lo mucho que me has hecho sentir en tan poco tiempo, pero es mejor esperar, no dar todo al tiro, o pareceré más demente de lo que a veces parezco. Tú me estás haciendo enloquecer cada día, tú. 
Podría reconocer tu voz entre mil otras voces, identificaría tu sonrisa entre muchas, y no podría confundir tu mirada entre millones.
Después de estos dos meses, no puedo volver atrás, no quiero. No quiero vivir con otra persona la cosas que vivimos juntos, y las que nos quedan por vivir...

Sé que fui muy cursi en esta carta, pero créeme que me contuve de no serlo el doble o el triple.
Te quiero muchísimo."

lunes, 11 de febrero de 2013

Tú y yo, solos.

En la oscuridad no logro ver ni un reflejo de tu cuerpo, tampoco el brillo de tus ojos. Uno de nuestros sentidos desaparece. Solo podemos escucharnos, tocarnos, saborearnos... sentirnos. Tus besos son delicados, suaves y tiernos, mientras tu mano acaricia mi cuello, lento. Nuestras manos comienzan a cambiar de posición y nuestros besos son más apasionados. No sabes lo exquisito que es, sentir tus labios besando mi cuerpo. Sentir tus manos tocándome, dibujando mi figura. Sentir tu piel pegada a la mía. Sentir tu respiración más agitada, tu sudor, tu corazón acelerado...
Esa sensación de sentirme tuya, y dueña de ti por completo. Tus caricias me hacen volar, tus ojos son mi perdición, tu voz me hipnotiza, y tus besos me hacen llegar al cielo... Esa mezcla de amor y pasión que solo tú me sabes entregar...